Azua.- Como un acto sin precedentes definió la comunidad de Sabana yegua de Azua el evento organizado por el Ministerio Visión con Misión, iglesia asociada a la Catedral de la Fe de la Republica Dominicana.
Desde la tarde se notaba algo diferente en aquella comunidad, los moradores de aquella población manifestaban gozo y júbilo por tan importante evento que según el síndico local Eddy Abreu, nunca había ocurrido en la historia de esa comunidad.
El Ministerio Visión con Misión es dirigido por los pastores Alberto y Josefina Batista, ministros que Dios está usando en esa comunidad sureña para llevar cambios importantes en las vidas.
La alabanza y la adoración estuvo a cargo del grupo Buena Fe, ministerio dirigido por el Pastor Fernando Belliard de la Catedral de la Fe, desde el inicio de la actividad encendieron el ambiente con los diferentes himnos interpretados del amplio repertorio con que cuenta la agrupación. Más de una docena de alabanzas fluyendo sin parar, provocaron un pueblo elevar canticos que por momentos parecía como si los instrumentos desaparecieran y solo se escuchaban las voces de miles de personas adorando al Rey de Reyes y Señor de Señores.
Al marcar el reloj las 9:45 de la noche el pueblo de Azua recibió la gran sorpresa de escuchar el testimonio de uno de los comediantes más sobresaliente del país Felipe Polanco (Boruga)
Polanco deleitó al público de todas las edades con algunos chistes de la cotidianidad dominicana y terminó testificando de lo que Dios ha hecho en su vida. Fue visible como Dios trajo palabras que salían del corazón de uno que ha hecho reír a millones y que esa noche hombres y mujeres lloraban ante el testimonio del popular comediante.
Al final le tocó el turno al pastor Fernando Belliard, quien hizo el llamado al arrepentimiento de sus pecados mientras predicaba el mensaje cristiano. “Dios nos trajo no solo para adorarle. El nos trajo aquí para tirar la red. Aquí hay muchos que necesitan salir del lugar donde se encuentran; vengan, hoy es su día de salvación”, expresó el reverendo. La concurrencia escuchó con atención la ministración de la palabra de Dios y tuvo una respuesta inmediata, pues decenas de personas pasaron a entregarle sus vidas al Señor Jesucristo. Fue notorio el orden y la logística desplegada por los organizadores de la actividad.
Vista del evento en Azua con la agrupación Buena Fe. |
El Ministerio Visión con Misión es dirigido por los pastores Alberto y Josefina Batista, ministros que Dios está usando en esa comunidad sureña para llevar cambios importantes en las vidas.
La alabanza y la adoración estuvo a cargo del grupo Buena Fe, ministerio dirigido por el Pastor Fernando Belliard de la Catedral de la Fe, desde el inicio de la actividad encendieron el ambiente con los diferentes himnos interpretados del amplio repertorio con que cuenta la agrupación. Más de una docena de alabanzas fluyendo sin parar, provocaron un pueblo elevar canticos que por momentos parecía como si los instrumentos desaparecieran y solo se escuchaban las voces de miles de personas adorando al Rey de Reyes y Señor de Señores.
Al marcar el reloj las 9:45 de la noche el pueblo de Azua recibió la gran sorpresa de escuchar el testimonio de uno de los comediantes más sobresaliente del país Felipe Polanco (Boruga)
Polanco deleitó al público de todas las edades con algunos chistes de la cotidianidad dominicana y terminó testificando de lo que Dios ha hecho en su vida. Fue visible como Dios trajo palabras que salían del corazón de uno que ha hecho reír a millones y que esa noche hombres y mujeres lloraban ante el testimonio del popular comediante.
Al final le tocó el turno al pastor Fernando Belliard, quien hizo el llamado al arrepentimiento de sus pecados mientras predicaba el mensaje cristiano. “Dios nos trajo no solo para adorarle. El nos trajo aquí para tirar la red. Aquí hay muchos que necesitan salir del lugar donde se encuentran; vengan, hoy es su día de salvación”, expresó el reverendo. La concurrencia escuchó con atención la ministración de la palabra de Dios y tuvo una respuesta inmediata, pues decenas de personas pasaron a entregarle sus vidas al Señor Jesucristo. Fue notorio el orden y la logística desplegada por los organizadores de la actividad.
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